(Dedicado a Eva, que está en manos de Dios)
Es tarde
Para contemplar
Un nuevo crepúsculo.
No hay tiempo ya
Para ayudar a sobrevivir
O curar/ corregir/ cambiar
Deformaciones
Que todos conciliaron.
Corramos: es tarde.
Descalabradas
Mis extremidades
Soy una marioneta
Descosida.
Pugno por la fe
En mis hilos.
Es tarde.
No hay novedad en mis palabras
Sorpresas
Ilusión de ojos
O dulzor de manos.
Corramos
La garra del tiempo
Ahoga hasta matar.
De noche soy mortal.
Hasta que el sueño tense
Tanta cuerda floja
Ponga fe en los hilos
Me sostenga firme otra mañana
Atado a Dios
Habitando el paraíso.
(c) Carlos Enrique Cartolano. De A ojo y de oídas, 2011
4 comentarios:
Excelente poesía, me encantó. Te pido permiso para copiarla y leerla en alguno de los encuentros, porque está muy buena. Te felicito.
Sería muy bueno que te identificaras
No se porque salió anónimo, pero si cliqueás sobre el nombre, aparece mi blog. Besos
Oia! Qué raro! Bueno. Leelo hasta quedarte afónica, mujer poeta... ¡Saludos a todos mis paisanos!
Publicar un comentario