13 de enero
Joyce añoró esta Argentina
Hundido en mi copa de vino tinto.
En su gesto final alzando el codo
James Joyce bebió su historia
Junto con el trago último:
El que le perforó el duodeno.
Y con su propia ficción la nuestra
De dublineses patriados
Desde la segunda invasión
O aún de los de segunda y tercera
Generación. Los que escribimos
Mientras añoramos la copa de vino
Para espesar la historia/ El parpadeo
De 1941: manteniendo la mirada.
Efemérides dos
15 de enero
Pasos perdidos sobre la línea
De fronteras. Crestas de la valva
Y una palabra: ¡Poeta! ¡Poeta!
¿Quién llama? ¿Es por mí
Que vibran las circunvoluciones?
O alguien puede llamarme
Como sólo yo sé que me llamo…
Cuando saco lumbres de este día
Opaco/ Silencioso/ Hielo interior
Aunque ardan las fronteras.
¿Quién llama? ¿Es del mar
Que me llegan las lenguas
De incertidumbre y lutos
Por el incendio de otro día?
No. Es extrajera su voz:
Subirse y naufragar son uno
Con sol al tope. ¿Es la arena
De antiguas piedras/ Desgranados
Países u osarios del alma
Común los que nos atajan?
Tampoco. Es paisaje mestizo
La muchedumbre al filo
Del próximo recambio. No
Existe comunión de voces
Ni pasión encendida a la vista.
Dirán que son ecos y embriagos
De la orilla de enfrente. Pero
Si es recta la línea posaría
Mi vista en Australia sudoeste
Y es muy lejos ¿No creen?
¿O es que hay otra tierra
Bajo brumas y borrascas
La de un pueblo parlante
Privado de versos y ficción?
Ese que ahora golpea
¡Poeta! 64 veces siete.
Efemérides tercera
19 de enero
Es saludable la reverencia
Cuando manchas de superficie se eternizan
O vamos perdiendo la memoria.
Reconocer maestros y poner como Cézanne
El lienzo junto a la naturaleza.
Y entonces bendecirlo o execrarlo.
¿O puede programarse la visión
La realidad siempre violenta. La coherencia
De ojo izquierdo con derecho?
No siempre se abandona
La soledad del atelier. Pocas oportunidades
Quedan para sorprender noveles
Generaciones. O de que nos alcancen
Para espiar desde la calle.
Para el teatro popular. En la prensa
O en la TV y en Internet: es saludable
La reverencia. Si la realidad orada
Ambas manos. Como si fueran ojos.
Como Paul Cézanne liberó
Su atelier a la montaña con cien pinceles
Permitiendo la fotografía
Aceptando el tercer ojo. El reconocimiento.
Aunque en su ropa las manchas
Blanco sobre negro y viceversa
No pudieran borrarse más.
(c) Carlos Enrique Cartolano
de A ojo y de oídas
2011
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