Mi sabiduría es tan desdeñada como el caos (…)
He braceado mi sangre…
Jean Arthur
Rimbaud. Las Iluminaciones –Vidas-
¡Cierto! Pequeño presagio cuando la noche ha detenido
Su carromato y no avanza el día sin respuestas mudo
El pulso la mirada en fuga. Lanza crónica sus globos:
¿Es que olvidé las despedidas conmutaron la sentencia
O mi consciente es un trapo usado percudida su trama?
Sentado frente a la historia porque cuentos no
alcanzan
Necesito escuchar mi boca y su desfile. ¿Acaso
volverás
A rescatar el día las torcazas que permanecen
estáticas
En la cornisa el ángulo de luz que no progresa la mano
Vacía donde se borran la mareas? ¿Acaso me bautizas?
Permanezco en la habitación como adecuado inmortal
Para los tiempos que volverán a soltar. Este momento
De la imaginación corresponde a barrido canto de palas
Triunfo de la tierra o víctima del mar. Éste ya no
muere
Siempre mirándome y jamás quieto: adolece de cadáver.
© Carlos Enrique Cartolano. De A vuelo de ángel –Serie
Rimbaud-, 2012
Ilustración: Pedro Figari (Museo Histórico Nacional)
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