mi
peregrino toma conciencia de la senda
recorrida/
cuando se lee cuando te lee:
la
historia es un organismo en órbita el deseo
un
maná insuficiente/ aunque el horizonte
trace
encuentro y la letra respete y obedezca
no
fue hecha la carne para salvar abismos
ni
la bebida para una sed que mueva piedras
cuando
me leo cuando te leo se acomodan
los
planetas/ vuelven maremotos y ciclones
las
lágrimas inundan cada templo/ el tálamo
flota
en franca superficie y me ves te veo
a
través del vapor en los cristales/ acaso
esta
piel de escampe sea camino no la meta
y
en otros tiestos brote una última palabra
©
Carlos Enrique Cartolano. Migrantes, 2015
No hay comentarios.:
Publicar un comentario