nada
peor: pretenderse o ser sospechado
crítico/
reír o llorar con facilidad/ huir de umbrías
sus
recortes/ esa sombra tiende mantos
cada
día
u oponer cuerpos a la luz/ materias al
sol
alterno del idioma/ su sol y brújula/ velas
al
regreso y otra diáspora/ muda visión o ajeno mar
nada
más ridículo que abogar por poesía
en
multitudes/ otorgar valor a aplausos/ al abrazo
del
colega/ la palabra es un licor que anega lentamente
a
quien la dice y sólo después del después a sus lectores
no
fundo el poema en confesiones o estandartes
él
se independiza de mí/ y su camino es diferente/ yo
le
acuerdo existencia siempre más allá del común
conocimiento/
sin gestos/ sin rostro ni apellido
©
Carlos Enrique Cartolano. De ambas
orillas
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